
Lo tengo más que comprobado.
Empieza el día. Una lista de tareas interminable.
Distracciones, algún bloqueo mental (de esos que en que te ves mirando la pantalla media hora sin hacer nada), un café, etc. Se te ha ido 1 horita de tu precioso tiempo...
- Hacer una oferta ¡bien hecha!: 2 horas
- Tareas de prospección. ¿Qué menos de 2 horas?
- Contestar correos (con cierto cariño) y llamadas urgentes: 1 hora
- Escribir una pieza de contenido más o menos en condiciones (artículo, post, etc.) Pues eso, de 1 a 2 horas
- Preparar y mantener reuniones internas o con clientes (1 a 2 horas)
Se fue el día
Yo trabajo con bloqueos de tiempo y preparo al final del día mis 4 o 5 bloques del día siguiente.
Me evita dar vueltas a la lista de tareas.
Pongo primero lo relativo a contactos con clientes y prospección
Del resto pongo segundo lo que debo hacer que menos me apetece
Delante mío en un cartel pegado en la pared tengo escrito:
- Sosiego
- Foco
- Equilibrio
- Trabaja con cabeza
- Sonríe y sé feliz que son 3 días
- Confianza
y tú, ¿cómo lo haces?
Suscríbete o descarga nuestro Podcast
No queremos te pierdas ninguno de nuestros episodios de "Yo También Vendo a Empresas". Suscríbete a través de tu App preferida
¡Difunde la palabra!
Gracias por compartir esta entrada en tus redes sociales.
Gracias a tu apoyo, juntos podremos llegar a más personas interesadas en las Ventas B2B.